Resistencias a antibióticos.

 

¿Qué son los antibióticos?

Los antibióticos son los medicamentos que se utilizan para tratar las infecciones bacterianas, y son los medicamentos más recetados en la actualidad.
La penicilina fue el primer antibiótico descubierto en 1928 por Alexander Fleming. En la actualidad se han descubierto otros tipos de antibióticos, que se clasifican en diferentes grupos:
-Penicilinas
-Cefalosporina
-Carbapenémicos
-Aminoglucósidos
-Tetraciclinas
-Macrólidos
-Fluoroquinolonas
-Sulfamidas
Las penicilinas, las cefalosporinas y los carbapenémicos actúan sobre la pared celular de las bacterias, impidiendo su formación o debilitando su estructura, lo que facilita la lisis de la bacteria. Los aminoglucósidos, las tetraciclinas y los macrólidos bloquean la síntesis de proteínas inhibiendo el crecimiento de las bacterias. 
Algunos de estos antibióticos se utilizan para el tratamiento de un grupo amplio de bacterias, mientras que otros se emplean para tratar bacterias específicas.

¿Qué es la resistencia a los antibióticos?

La resistencia a los antibióticos se produce cuando la bacteria es capaz de sobrevivir y de crecer en presencia de antibióticos. Esta resistencia de adquiere de forma natural en la naturaleza, pero el abuso de los antibióticos y el mal uso de ellos ha provocado que las resistencias se desarrollen de forma más rápida.

¿Cómo adquieren las bacterias la resistencia?

La principal forma por la que las bacterias adquieren la resistencia a un antibiótico se produce cuando tras el tratamiento con antibióticos hay bacterias que sobreviven y se siguen multiplicando, lo que crea una población bacteriana resistente a un determinado antibiótico. 

La resistencias también se pueden transmitir de unas bacterias a otras a través de plásmidos. Cuando un plásmido con genes de resistencia a antibióticos se inserta en una nueva bacteria, la resistencia se extiende rápidamente. También las mutaciones en el material genético de la bacteria pueden causar resistencia.

Las bacterias pueden adquirir resistencias frente a varios antibióticos, lo qué supone un gran problema de salud, ya que las infecciones por estas bacterias son muy difíciles de controlar.

¿Cómo se propagan las resistencias?

Las resistencias a los antibióticos se pueden transmitir de varias maneras:
-De persona a persona: por contacto directo o indirecto, al toser y tocar el pomo de una puerta, o el teclado de un ordenador.
-Contaminación de la comida: debido al uso de antibióticos en agricultura, las bacterias resistentes pueden encontrase en la comida.
-En instalaciones sanitarias: las instalaciones sanitarias son un lugar preocupante para la transmisión de las resistencias, ya que al haber muchos enfermos se utilizan muchos antibióticos. 
-De animales a personas: los antibióticos han sido muy utilizado en la alimentación de los animales de granja, con el fin de que crezcan y cojan peso más rápidamente. En estos animales es normal encontrar bacterias resistentes en su intestino, que pueden transferirse a personas que estén en contacto con ellos, como veterinarios o cuidadores. 

¿Por qué están aumentado las infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos?

La principal causa del aumento de las resistencias a antibióticos es un uso incorrecto e inadecuado de ellos. Según el CDC (centro para el control y prevención de enfermedades), la mitad de las veces se hace una preinscripción incorrecta de los antibióticos.
También son importantes los antibióticos que se utilizan en la alimentación del ganado. 

¿Por qué la resistencia a los antibióticos supone un problema?

La resistencia a los antibióticos constituye en la actualidad una de las mayores amenazas para la salud mundial, ya que está aumentando a niveles muy altos. Esto está provocando que muchas infecciones bacterianas que antes eran fáciles de tratar con antibióticos, sean más difíciles de tratar.

Las infecciones resistentes a los antibióticos pueden originar estancias más largas en los hospitales, mayores tiempos de recuperación y mayores gastos médicos. Algunos procedimientos médicos como los trasplantes de órganos o cirugías pueden complicarse al no disponer de antibióticos eficaces contra las posibles infecciones que se puedan producir. 

Además, no siempre se dispone de fármacos alternativos para tratar estas infecciones.

La investigación para la síntesis o descubrimiento de nuevos antibióticos avanzan más lentos que la propagación de estas resistencias, lo que dificulta aún más el tratamiento de estas infecciones.

Se estima que cada año mueren en Europa unas 33.000 personas como consecuencia de infecciones causadas por bacterias resistentes, y unos 3.000 en España.

La resistencia a los antibióticos es un tema preocupante y probablemente desconocido para mucha gente que no pertenece al sector científico y sanitario.